Que es
una orquídea?
Las orquídeas, con sus exuberantes y llamativas
flores, han fascinado por igual a amantes de la jardinería y
curiosos desde hace siglos.
Aunque en antaño estuvieron reservadas a los más entendidos y
acaudalados, en la década de 1960 se pusieron de moda como
adorno femenino, tanto en fiestas de graduación como
aristocráticas.
Tras un breve declive vuelven a ser, merecidamente, más
populares que nunca.
El cultivo extensivo de orquídeas ha dado lugar a gran
variedad de plantas que parecen producir una interminable
sucesión de hermosas flores. Y ya no son las delicadas
plantas de invernadero de otros tiempos. La mayoría de las
actuales orquídeas se aclimatan fácilmente, son sencillas de
cuidar y prosperan durante años.
En resúmen, las orquídeas son plantas herbáceas de hoja
perenne. Conviene recalcarlo, ya que es tal el aura que
rodea a las orquídeas que es fácil olvidar que en la mayoría
de los aspectos son como cualquier otra planta del jardín.
Orchis es una palabra griega que significa «testículo» en
referencia a la forma de las raíces tuberosas de las
orquídeas.
En la medicina popular se ha atribuido ampliamente a las
orquídeas propiedades afrodisíacas.
La familia de las orquidáceas (Orchidaceae) es una de las
más extensas del planeta y está formada por,
aproximadamente, 25000 especies.
Su distribución es también muy amplia, ya que se encuentran
en todos los continentes, excepto en la Antártida.
La mayoría de ellas, sin embargo, crecen en climas húmedos
de las regiones tropicales y subtropicales.
Crecimiento de las orquídeas
En los climas templados, las orquídeas enraízan
en la tierra como cualquier otra planta, es decir, son
plantas terrestres.
Cerca del Ecuador, no obstante, tienden a crecer de forma
epifita, o sea, sobre los árboles (el término proviene del
griego epi, que significa «sobre» o «encima» y de phyton,
que quiere decir «planta»).
Sus raíces quedan expuestas al agua y al sol y tienen como
principal función sujetar la orquídea a la planta huésped.
No son parásitas, porque no obtienen nutrientes de la planta
que las hospeda.
El alimento necesario para el crecimiento, que proviene de
las deposiciones de los pájaros y de la materia vegetal en
descomposición, le llega a la orquídea arrastrado por la
lluvia más o menos constante que cae sobre la planta.
Existen también unas pocas especies que viven sobre las
rocas, las llamadas litófitas. Casi todas las orquídeas
híbridas de las colecciones de hoy en día derivan de
especies epifitas. Las orquídeas terrestres tienen rizomas,
tallos carnosos que crecen horizontalmente, o raíces
tuberosas, en las que acumulan nutrientes.
Las especies epifitas presentan dos tipos de crecimiento:
simpodial o monopodial.
Las simpodiales crecen horizontalmente y producen rizomas,
de los que a menudo crecen unas formas bulbosas llamadas
pseudobulbos, de donde brotan las hojas y las flores. Se
trata de órganos de almacenamiento de la planta y le
permiten permanecer en estado de reposo durante breves
períodos de tiempo. Cada temporada se añaden nuevos
pseudobulbos a los anteriores, hasta que, al cabo de tres o
cuatro años, el brote superior muere, pero el resto se
mantiene vivo.
En la naturaleza, las orquídeas simpodiales crecen en
bosques lluviosos situados al nivel del mar o a escasa
altitud.

Las orquídeas
monopodiales, como esta Vanda,
tienen un hábito
de
crecimiento erecto. |

Las
orquídeas simpodiales crecen
hacia los lados.
La planta de esta foto es
una Lepanthopsis astrophora. |
Los
nombres de las orquídeas
Los nombres de las plantas desconciertan a los
amantes de la jardinería. Hasta los más avezados consideran
que los nombres de las orquídeas no siguen las pautas
habituales.
En este sentido, las orquídeas representan una excepción
dentro del reino vegetal. Con todo, resulta útil descifrar
el significado de los nombres, ya que aportan información
sobre el origen de la planta, su parentesco y, en algunos
casos, incluso sobre cómo cultivarla.
Orquídeas en su estado natural
Como cualquier otro ser vivo, las orquídeas se
clasifican a partir de un sistema binomial que divide la
familia (orquidáceas) en distintos géneros que se escriben
en cursiva (itálica) y en mayúscula, por ejemplo,
Phalaenopsis.
Los géneros suelen estar formados por un gran número de
especies, todas ellas botánicamente distintas, aunque
interrelacionadas. El binomio se escribe en cursiva y, a
veces, aporta información sobre la planta. Así, por ejemplo,
Phalaenopsis sumatrana corresponde a una especie originaria
de Sumatra. Las especies pueden tener distintos hábitats
naturales, por lo que, en ocasiones, se subdividen en
subespecies, variedades o formas. Pleione formosana var.
alba, por ejemplo, es una variedad natural de color blanco
de Pleione formosana.
Híbridos
En el mundo de las plantas, las especies próximas
a veces pueden cruzarse y dar lugar a híbridos
interespecíficos.
Los híbridos siempre son más resistentes y tienen las flores
más grandes que las plantas en estado natural.
Las orquídeas son un caso aparte, ya que pueden llegar a
cruzarse con géneros distintos y formar híbridos
intergenéricos.
Estos híbridos pueden, a su vez, emparentarse con otras
especies, cruzarse de nuevo con una de las plantas
progenitoras (para consolidar un rasgo concreto) o incluso
volver a cruzarse con otro género. Algunos híbridos
provienen de hasta 20 especies e incluso de 9 géneros
distintos (en función del número de géneros son bigenéricos,
trigenéricos o multigenéricos). Estos géneros son,
naturalmente, artificiales, y sus nombres suelen ser una
combinación de los progenitores. Así, Brassocattleya es un
cruce entre Brassavola y Cattleya, y, Brassolaeliocattleya,
es un cruce de Brassavola, Laelia y Cattleya.
Algunas orquídeas llevan el nombre de su criador, por
ejemplo, Wilsonara o Colmanara.
El árbol genealógico de las orquídeas es el que se actualiza
de forma más sistemática de todo el mundo de las plantas, ya
que cualquier nuevo híbrido que se comercializa tiene que
registrarse en el registro internacional de orquídeas. Por
ello, es posible determinar el linaje de cualquier híbrido.
La incesante labor de los viveristas ha supuesto la creación
de una enorme variedad de orquídeas con flores de un
atractivo incomparable y floración prolongada.
Muchas phalaenopsis modernas, por ejemplo, se mantienen en
floración de forma más o menos permanente.
La facilidad de cultivo es un importante factor adicional,
ya que muchos híbridos son menos exigentes en sus cuidados
que la especie de la que proceden.
Alianzas
Los sucesivos cruces han dado lugar a grandes
grupos de plantas de hábito y requisitos de cultivo
parecidos. Muchas orquídeas híbridas se clasifican,
dependiendo de su parentesco, en las llamadas alianzas.
La alianza odontoglossum, por ejemplo, incluye, además del
género Odontoglossum, otros como Cochlioda, Miltonia,
Miltoniopsis, Oncidium y los géneros artificiales
resultantes del cruce.
La alianza cattleya, por su parte, engloba los géneros
Cattleya, Laelia, Sophronitis y Brassavola.
La alianza phalaenopsis está formada por Phalaenopsis y
otros géneros parecidos como Doritis y Ascocentrum.
Grex
Esta palabra latina se refiere a la serie de
plántulas o grupo de híbridos resultantes del cruce de dos
plantas distintas. La grex se indica en letra normal (no
itálica). Por ejemplo, el cruce de Phragmipedium longifolium
con Phragmipedium schlimii dio como resultado Phragmipedium
sedenii.
También es posible cruzar una grex con una especie, por
ejemplo, Cymbidium New Dimension se creó a partir de
Cymbidium Mavourneen y Cymbidium Sussex Moor.
Tradicionalmente, se indica el nombre de la planta de la que
procede el polen (el macho) antes del linaje de la semilla.
Los cruces realizados de forma inversa proporcionan
resultados distintos.
Si alguna plántula de la grex muestra características
distintivas se le puede asignar un nombre nuevo, que se
indica en letra normal y entre comillas simples.
De este modo, Cymbidium New Dimension es una grex de
orquídeas con flores básicamente de color verde, mientras
que Cymbidium New Dimension «Standard White» tiene flores de
color blanco.
Flores de las orquídeas
Las flores de las orquídeas muestran una
increíble variedad de formas. Enseguida se aprecia que, como
la cara de los humanos, son simétricas sólo en el plano
vertical, no el horizontal.
Si se observa atentamente un capullo sin abrir se verá que
se divide en tres segmentos, los sépalos.
A medida que la flor se va abriendo, se van desplegando
formando un triángulo que queda en segundo plano al surgir
los tres pétalos internos.
Dos de éstos se abren hacia los lados en simetría, mientras
que el pétalo central, que a menudo se prolonga hacia abajo,
adquiere una forma distinta y se suele llamar labelo o
labio. Hace las veces de pista de aterrizaje para los
insectos polinizadores. Algunas orquídeas llamadas
«zapatitos» tienen el labelo en forma de bolsa.
Si se observa una flor de frente, el sépalo superior, el
dorsal, es visible detrás de los pétalos, pero muchas veces
presenta una coloración diferente. Los otros dos sépalos
pueden quedar detrás de los pétalos, aunque, a menudo, son
muy visibles.
Manchas en las flores
Las manchas de color que tan atractivas resultan
para los cultivadores han evolucionado para atraer a los
insectos polinizadores.
Los insectos macho se sienten atraídos por las marcas
oscuras más que por las de colores claros. Muchas orquídeas
son claras, pero presentan numerosas motas de colores
oscuros. El color amarillo aparece en los labelos de
determinadas orquídeas.
 |
 |
Las flores
de las Cattleyas son de
colores llamativos y suelen tener
los extremos de los pétalos ondulados. |
Las flores de Cirrhopetalum
picturatum
tienen
los sépalos
diferenciados y
alargados. |
 |
 |
Las orquídeas "de zapatilla" se
llaman así
porque tienen
el labelo hinchado. |
El género Odontoglossum es el más
variado
dentro de las orquídeas,
muchas de las cuales
presentan
manchas de colores. |
|