CUANDO DEBO REGAR MIS ORQUÍDEAS ?
Es la pregunta más común y siempre formulada con cierta
aprehensión, ya que el principiante se ha enterado
prontamente que el exceso de agua es la manera más rápida y
segura de "matar" las plantas de orquídeas.
Quisiéramos poder enunciar una regla general que sirviera
para todos los casos, pero lamentablemente, esa respuesta no
existe.
La irrigación correcta es una habilidad que desarrollamos al
combinar armoniosamente nuestro conocimiento de las plantas
y del ambiente en que las tenemos.
Debemos ser observadores del estado y "comportamiento" de
nuestras orquídeas como parte esencial del desarrollo de la
habilidad que evite ahogar o secar las plantas.
Existen 5 factores que determinan las necesidades de agua de
sus plantas y son los siguientes:
• El tipo de planta
Cada género y frecuentemente cada especie, posee necesidades
particulares de irrigación.
• Qué está haciendo la planta?
En el ciclo anual de crecimiento de las plantas cada estadío
presenta necesidades diferentes.
• El tiempo (clima)
En el devenir de los meses se presentan condiciones
climatológicas diferentes. Cada temporada trae sus propias
temperaturas, lluvia o sequía, vientos y luz solar.
• Microambiente
Es el pequeño mundo en el cual cultivamos nuestras plantas.
El tipo de invernadero (orquideario), la clase y tamaño de
recipiente, canasta o placa de helecho macho o corcho, el
tipo de medio en el cual sembramos (medio es el material que
usamos para sembrar las plantas), influye para regular la
frecuencia del riego.
• Nuestros gustos personales y maneras
Existe un amplio rango (o capacidad de adaptación) con
respectos a las necesidades de agua luz y temperatura de la
mayoría de las orquídeas comerciales, y en especial de los
híbridos, lo que permite la expresión de nuestros gustos
personales y maneras sin afectar las plantas. Esto siempre
dentro de límites razonables y con abundantes excepciones.
Procedamos a desarrollar cada uno de estos puntos:
EL TIPO DE PLANTA
Las necesidades hídricas de las plantas varían de una
especie a otra. Los cactus toleran y exigen muy poco agua y
por el contrario los helechos necesitan mucho riego, aunque
ambos grupos presentan excepciones a esta regla. Asimismo,
diferentes orquídeas necesitan diferentes cantidades del
líquido.
Dicen que los cultivadores ingleses tienen un dicho para
expresar las peculiaridades del consumo de agua de tres
géneros de orquídeas:
"Si crees que tu Cattleya
necesita agua hoy, riégala mañana,
si crees que tu Cymbidium
necesita agua hoy, riégalo hoy,
pero si crees que tu
Paphiopedilum necesita agua hoy, debiste de haberlo regado
ayer"
Es peligroso pensar que las necesidades de agua sólo es
necesario tratarlas a nivel de género o grupo, o sea que
podemos decir tal género o grupo necesita tal cantidad de
riego y ya. No, debemos con mucha frecuencia, ser
específicos, es decir, conocer la necesidad de cada especie
ya que se presentan excepciones a la regla y en los grupos
grandes no es fácil hacer generalidades.
Por ejemplo, Cattleya bowrigiana, bella orquídea de
Guatemala y Belice, crece en las rocas de los precipicios y
cañadas. Algunos afirman que esta planta crece tan cerca de
las cascadas que están constantemente rociadas por agua.
Esta descripción del hábitat de la especie nos señala que
ésta gusta del sol, por el lugar expuesto en que crece. Del
agua, por su cercanía a ésta podemos decir que el buen
drenaje al cultivar esta planta es importante, porque ¿qué
puede tener mejor drenaje que un barranco? Las necesidades o
exigencias de agua de la Cattleya bowringiana son mayores
que las de sus congéneres (las otras especies de Cattleya).
Es bueno hacer notar que las especies obligadas por la
selección natural, se adaptan a determinados ambientes (o
perecen) y que estas adaptaciones vienen impresas en el
acervo genético de cada individuo y que cuando usted lleva a
cultivo esta planta, es necesario proveerle un ambiente
parecido al original.
Por tanto, es importante que usted esté consciente de que
las necesidades o exigencias de agua varían de especie a
especie y que a veces no podemos generalizar.
Pronto usted averigua que de las dos plantas que usted
tiene, A y B, A necesita mucho agua y B poco agua. Un error
muy común es pensar que en el momento de regar vamos a usar
poca agua con B y más cantidad con A. La diferencia de riego
entre A y B no viene dada por la cantidad de agua que
usamos. Al regar hay que hacerlo en abundancia, permitir que
el agua llene el pote y desagüe, y repetir esto durante
varios minutos.
Las plantas de escaso riego y que están siendo cultivadas en
potes necesitan que el medio de cultivo se seque
completamente antes de volver a ser regadas. Las diferentes
necesidades de agua al cultivar en potes o tarros vienen
dadas por la sutileza de qué tan seco está el medio antes de
volver a regar. En los Paphiopedilum el medio nunca debe
secarse y en las Cattleyas debe estar ligeramente húmedo o
apenas seco antes de volver a regar. ¡no se asuste! Ahora
todo parece complicado, pero esto se vuelve instinto según
conozcamos las plantas y nuestro ambiente. Mientras usted
desarrolla esta habilidad use esas "triquiñuelas": tome el
peso del pote cuando esté recién mojado y observe cómo
pierde peso el pote según el agua se evapora y es utilizada
por la planta. Otra manera es, introducir el dedo en el
centro del tarro a una profundidad de 3-5 cm. (1 a 2
pulgadas) y con la yema del dedo palpar que tan húmedo está
el medio. Este truco le ayudará a no dejarse engañar, si la
parte superior del medio luce seca, unos cuantos centímetros
más abajo puede aún estar mojado.
QUE ESTÁ HACIENDO LA PLANTA ?
Las plantas usan el agua para la fotosíntesis y para
disolver sales minerales necesarias para su crecimiento.
Cuando una planta se encuentra en crecimiento activo su
demanda de agua es mayor que cuando tiene sólo flores o se
encuentra "descansando".
Esto de que la planta se encuentre descansando merece más
explicación. Como ya hemos mencionado, todos los seres vivos
que habitan determinado ambiente deben adaptarse a las
características particulares de este o perecen. Las plantas,
por ejemplo, están obligadas a desarrollar mecanismos que
les permitan sobrevivir las peculiaridades de la sequía de
cada hábitat (si es que hay estación seca). Las respuestas
evolutivas que permiten salvaguardar la integridad de los
individuos de las especies vegetales a través de una
temporada de escasa lluvia son tan diversas como la vida
misma.
Algunas especies de plantas anuales nacen, crecen y florecen
rápidamente en la estación lluviosa y al llegar la sequía
mueren, pero sus semillas quedan en latencia ("descansando")
esperando las primeras lluvias para iniciar de nuevo el
ciclo. Otras plantas entran en un letargo, a veces
acompañados de la pérdida del follaje. Las lluvias
"despiertan" estas plantas que aprovechan abundancia del
líquido vital para crecer y florecer.
Entre las orquídeas favoritas de los aficionados se
encuentran los Dendrobium de Asia Tropical. En esta región
geográfica, la frecuencia de lluvia anual presenta un verano
donde llueve torrencialmente cada día, y un invierno donde
la lluvia escasea. Por consiguiente, en otoño los Dendrobium
de esta región entran en un letargo que se caracteriza por
la pérdida del follaje y cese del crecimiento. Al llegar la
primavera se reinicia el crecimiento y florece la planta.
Para lograr cultivar con éxito las orquídeas, el aficionado
debe observar cuando terminó de crecer la planta, y el
momento en que el follaje comienza poco a poco a tornarse
amarillo y caer. En este momento debe reducir el riego
(recuerde que recurrir el riego significa reducir la
frecuencia y no la cantidad de agua que echamos en una
ocasión).
Quizás algunos de ustedes se pregunten: ¿De qué manera
conocen las plantas el calendario para saber cuándo deben
entrar en el letargo? Pues bien, las plantas tienen un reloj
interno que se sincroniza con el ambiente a través de varios
parámetros: temperaturas, duración de la noche y otros. Por
tanto, al hacerse cada vez más largas las noches, en otoño,
las plantas inician el mecanismo de letargo. Esta es una
información muy valiosa para el cultivador por lo siguiente.
a) Aunque usted no suspenda el riego, la planta tratará de
entrar en el letargo ya que existen parámetros ambientales
que la obligan a ello y que usted no controla (la duración
de la noche). Si usted continúa regando como de costumbre,
corre el riesgo de pudrir su planta y en algunos casos
"desfasar" el reloj interno y entorpecer la floración.
b) Según la latitud donde se encuentre la planta el reloj
internos se sincronizará de manera diferente. Recordemos que
la duración de la noche varía según la estación, pero
también varía según la latitud.
EL TIEMPO (CLIMA)
El clima y su manifestación diaria, el tiempo, influye en el
riego que debemos dar a nuestras plantas. La lluvia, la luz
solar, la temperatura, la humedad relativa del aire y el
viento, elementos que conforman el tiempo, influyen en las
necesidades de agua de las plantas y la rapidez con que se
evapora ésta.
Para facilitar la explicación, separemos los diferentes
factores antes mencionados, con la salvedad, de que en la
realidad están íntimamente ligados y toda separación es
artificial.
a) Lluvia: La lluvia influye según se tenga un "techo" que
la deje pasar o no. Si su instalación posee un "techo" de
fibra de vidrio, plástico translúcido u otro material que
detenga el paso del agua, entonces usted debe aplazar el
riego un poco cuando está lloviendo. Si la lluvia continúa
por varios días, debe monitorear las plantas para conocer el
contenido del agua del medio y actuar conforme. Si en su
instalación nada detiene la lluvia, todo dependerá de la
cantidad y frecuencia de los aguaceros, y tendremos que
aplicar funguicidas para evitar las enfermedades por hongos
como consecuencia de la humedad constante.
Los tailandeses, grandes cultivadores e hibridadores de
Vandas, saben que tendrán que lidiar con precipitaciones
torrenciales en el verano (monzones) y no colocan medio en
las canastas donde cultivan las Vandas. El no colocar medio,
les permite a las raíces secarse en muy poco tiempo y de
esta manera no se pudren las plantas. En invierno, cuando
las lluvias escasean, deben entonces regar dos veces al día,
ya que las raíces no tienen medio alguno que ayude a retener
la humedad que el aire seco evapora rápidamente. Es por eso
que plantas de Vandas que se compran a Tailandia llegan sin
medio. Observe que los tailandeses saben las necesidades de las Vandas: luz en abundancia, buena ventilación y gran cantidad
de humedad; y son conscientes de sus condiciones
ambientales: monzones en verano, sequía en invierno,
b) Luz: En los países templados la variación estacional de
la luz solar es algo notorio, no así en los trópicos donde
la luminosidad solar tiende a ser constante. Mientras más
luz demos a nuestras plantas, dentro del rango tolerable,
más agua necesitarán ya que se aumenta la fotosíntesis
y se eleva la temperatura, propiciando la evotranspiración
(el sudor de plantas). En los días nublados se debe
postergar el riego.
c) Temperatura: Como es obvio, a mayor temperatura, mayor
evaporación y consumo de agua, y a menor temperatura, menor
evaporación. La temperatura presenta un rango estrecho de
variación anual en los trópicos, especialmente a baja
altitud. El efecto de la temperatura se intensifica o
aminora de acuerdo a la humedad relativa del aire y el
viento. Mientras más baja humedad relativa haya y más
viento, más se deshidratan las plantas. El viento seco y
caliente es terrible, evapora agua y causa daños a muchas
plantas tiernas. Cuando haga calor y la humedad relativa del
aire sea baja, vigile sus plantas contra los ácaros.
d) Humedad relativa del aire: No se debe confundir con la
lluvia porque son dos cosas diferentes. La humedad relativa
del aire es la razón entre la cantidad de vapor de agua
existente en el aire y la cantidad que saturaría este aire a
una temperatura dada, se mide mediante el higrómetro y se
expresa en "por ciento". Las orquídeas necesitan una alta
humedad relativa, algunas más que otras. La humedad relativa
del aire intensifica o disminuye el efecto del calor y el
viento.
En resúmen, debemos aprender que el riego debe variar
conforme a las condiciones climatológicas, no es una receta
para aplicar todas las semanas por igual. Cada estación, aún
en los trópicos presenta peculiaridades que debemos
interpretar en términos del riego.
MICROAMBIENTE
El clima es modificado por cómo y dónde cultivamos nuestras
plantas; esto es lo que podríamos llamar microambiente. Si
usted tiene sus plantas al descubierto; es decir, bajo un
árbol, en la esquina de su patio o terraza, éstas (las
plantas) estarán más a merced de los elementos y su manera
de cultivarlas debe proveer respuesta a los problemas que
éstos puedan crear.
Una edificación, llámese orquideario, provee de más
protección y permite
cierto control sobre la lluvia, luz y viento.
El riego será
diferente para un cultivador al aire libre y para otro que
usa un invernadero. Entre las personas que tienen orquideario, el riego variará según el "techo", posición con
respecto a obstáculos que proyecten sobras y los ejes
cardinales, así como qué tan "abiertas" sean las paredes.
Otro factor crítico, es el tipo y tamaño de placa o
recipiente que usemos para sembrar las plantas. El material
de que esté hecho la placa (helecho macho o corcho), y el
medio (osmunda, raíz he helecho arborescente, etc.) que
usemos es parte de la ecuación también.
Examinemos primero las placas, son de diferentes materiales,
corcho, raíz de helechos arborescentes (helechos machos,
tree-fern), madera y sinfín de otros productos. Las placas
deben siempre estar colgadas. Las raíces de las plantas
adheridas a placas secan rápidamente y en la mayoría de
casos necesitan riego diario.
Los recipientes pueden ser canastas o potes. Huelga decir,
que las canastas permiten un drenaje rápido y evaporación
del agua. Los potes pueden ser plásticos o barro. El barro
sin esmaltar es poroso y permite la evaporación del agua,
mientras que el plástico no, consecuencia, se riega más en
pote de barro que en pote de plástico. Los recipientes
pequeños se secan más rápidamente que los grandes, esto se
traduce que mientras más pequeño es el recipiente más
frecuente es el riego, y mientras más grande menos
frecuencia.
Los diferentes medios que se usan poseen diferente capacidad
de retención de humedad. Son tan numerosos los medios y sus
combinaciones que cada aficionado debe comprobar por sí
mismo estas diferencia.
Si temporalmente cambiamos de microambiente a una planta, el
riego debe también variar. Cuando nos florece una planta y
la sacamos del orquideario para llevarla dentro de casa,
para disfrutarla, debemos pensar que el riego debe ser
diferente ya que el ambiente es diferente.
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